Érase una vez una bruja muy fea
y tonta que vivía en un precios pueblo cerca de
la ciudad y a unos pasos del bosque. Su casa era pequeña y mohos, y tenía
un siniestro cuadro de color ocre llamado katapin
Esta es la historia de un príncipe
y de una princesa que vivía en un espacioso castillo junto a un hermoso valle
lleno de flores.
Él era un poco tonto porque nunca
pensaba y ella le solía decir que no se casaría nunca.
Un día, al amanecer, cuando
ambos jugaban al ajedrez ocurrió algo increíble: el gano la partida
Desde entonces su vida fue diferente
y decidieron que tendrían que aceptarlo.
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